La acelerada disminución de los descubrimientos de nuevos yacimientos de petróleo, con importantes reservas recuperables, es un indicador técnico muy inquietante que corrobora la gravedad del agotamiento de este preciado recurso fósil, en las últimas décadas a escala global. A pesar del espectacular desarrollo de la tecnología de exploración y las técnicas de aprovechamiento de los pozos depletados, así como el acceso a zonas anteriormente inexploradas como las regiones polares, zonas de aguas profundas y ultraprofundas, perforaciones a grandes profundidades, los descubrimientos de nuevos yacimientos, con significativas reservas, son eventos muy esporádicos y vaticinan la aparición de un horizonte futuro de elevados precios del crudo y sus derivados. La aparición del mencionado horizonte de crepúsculo fósil dependerá de la rapidez del depletamiento de los yacimientos en explotación, de la intensidad de la reducción del descubrimiento de nuevas reservas recuperables y de la evolución de la demanda global de crudo en los próximos años.
Descubrimientos entre 1850 y 2016
En el año 2009, un estudio de la Universidad de Uppsala desveló que en el periodo entre los años 2000 y 2006, la producción recuperable de los nuevos descubrimientos de yacimientos de petróleo apenas superaron los 25 mil millones de barriles, mientras que los viejos yacimientos, descubiertos entre 1960 y 1970, presentaron un volumen de producción recuperable superior a los 400 mil millones de barriles, figura 1.
Figura 1: Evolución del descubrimiento de nuevos yacimientos y producción recuperable entre los años 1850 y 2006.
Para disponer de un volumen comparativo se empleará la demanda anual de crudo. A finales del año 2018, la demanda global anual de petróleo superó los 35 mil millones de barriles, correspondiente aproximadamente a un consumo promedio de 96 millones de barriles diarios. Se deduce, claramente, que los nuevos descubrimientos de petróleo deberían, al menos, cubrir la demanda anual de crudo para evitar un futuro desequilibrio entre producción y demanda en la presente década. Aunque lo ideal sería que los nuevos descubrimientos no sólo deberían suministrar la demanda anual sino, además, satisfacer la creciente demanda mundial anual de petróleo de aproximadamente 1,2 millones de barriles diarios cada año, esperada en los próximos 5 años.
Por otro lado, entre los años 2000 y 2016, el análisis de los descubrimientos de yacimientos de petróleo convencional han revelado una peligrosa tendencia de reducción de los volúmenes de los recursos recuperables descubiertos, figura 2. Así, en el año 2000, el volumen descubierto de reservas recuperables fue de 16 mil millones de barriles, mientras que en el año 2015 apenas configuraban 2 mil 400 millones de barriles. En promedio entre los años 2000 y 2016, los nuevos descubrimientos presentaban reservas recuperables de crudo en un volumen de 9 mil millones de barriles anuales.
Figura 2: Evolución de los recursos convencionales de crudo en nuevos yacimientos entre los años 2000 y 2016, IEA.
Los más “emblemáticos” descubrimientos de yacimientos de petróleo convencional y no convencional entre los años 2000 y 2016 como Tupi en Brasil, en aguas ultra profundas en el año 2006; Vaca Muerta en Argentina, una formación geológicas de esquistos bituminosos; y Aldous Major South en Noruega, a más de dos mil metros de profundidad en el mar del Norte, ambos descubiertos en el año 2011, representan un moderado porcentaje de la demanda mundial de crudo. Las reservas totales descubiertas en estos tres yacimientos hidrocarburíferos, aproximadamente unos diez mil millones de barriles, podrían cubrir la demanda global de crudo en el año 2010 durante 100 días, figura 3.
Figura 3: Reservas de petróleo en yacimientos descubiertos entre los años 2006 y 2011 en miles de millones de barriles.
El 23 de mayo del año 2016, en una nota periodística de Rakteem Katakey, denominada “Oil Discoveries Have Shrunk to a Six-Decade Low”, Bloomberg, compañía estadounidense que proporciona herramientas de software financiero, servicio de datos y noticias para las empresas financieras informó que, en el año 2015, las reservas recuperables mundiales de petróleo convencional y no convencional se incrementaron tan sólo en algo más 12 mil millones de barriles, figura 4. La nota periodística constataba la tendencia de los últimos años en la reducción anual de descubrimientos de reservas recuperables de todos los tipos de combustibles líquidos existentes, tanto convencionales como no convencionales.
Es importante indicar que, en el año 2015, el consumo anual de hidrocarburos líquidos superó los 34 mil 500 millones de barriles, más de tres veces las reservas descubiertas en ese mismo año. Por tanto, los descubrimientos de reservas recuperables totales de 12 mil millones de barriles, en el año 2015, demuestran el incontestable hecho que la dependencia global de los derivados del petróleo es actualmente cubierta por el stock de reservas existentes en los viejos yacimientos petroleros actualmente en explotación, los gigantescos yacimientos de petróleo convencional descubiertos entre los años 1950 y 1970. Literalmente, las economías de los países industrializados y en vías desarrollo funcionan gracias a una herencia energética descubierta hace más de medio siglo.
Bloomberg, además, en la anteriormente mencionada nota periodística, advierte que la inversión en proyectos de exploración, en el año 2015, fue de tan sólo 95 mil millones de dólares, un 45% inferior a la inversión realizada en el año 2013. Este hecho certifica que el sector de la exploración es la principal víctima en la industria del petróleo en periodos de precios reducidos del crudo. La reducción anual experimentada a escala mundial de las reservas de petróleo, en los últimos años, se retroalimenta de los recortes de inversión en la fase de exploración petrolera, realizado por las transnacionales internacionales del petróleo desde BP hasta la Royal Dutch Shell. Las empresas petroleras están más preocupadas en explotar los yacimientos existentes, con menores riesgos, y en garantizar las ganancias de sus accionistas, que en arriesgarse en la búsqueda de nuevos descubrimientos.
Figura 4: Evolución del descubrimiento de reservas de petróleo convencional y no convencional entre los años 1950 y 2015.
La importante reducción en los precios del petróleo, experimentada a partir de mediados del año 2014, y por tanto, de los ingresos netos de las compañías petroleras, provocó una rigurosa prudencia financiera en la fase de búsqueda y exploración de nuevas reservas de crudo. Se cancelaron los proyectos de exploración más arriesgados y tan sólo se invierte en la extracción de petróleo de yacimientos previamente descubiertos, donde los riesgos son mucho menores. Desde mediados del 2015, los proyectos de exploración con retraso aumentaron de 40 a 63. Los retrasos en los proyectos de exploración están principalmente asociados a proyectos más pequeños y menos complejos. Sin embargo, los primeros proyectos en verse afectados fueron los proyectos de yacimientos petrolíferos más complejos y más costosos como los proyectos de aguas profundas. En un escenario de reducción de inversiones en exploración, las perspectivas de descubrimiento de importantes reservas en el año 2016, en comparación con el año 2015, no eran muy optimistas. Rystad Energy, empresa consultora independiente de petróleo y gas, que proporciona base de datos globales y trabajos de investigación para las compañías petroleras de exploración y explotación, estima que el aplazamiento de los 63 proyectos de exploración representó una reducción de la capacidad mundial de oferta de 3 millones de barriles diarios en el año 2017, equivalente a 1100 millones de barriles en reservas.
Descubrimientos entre 2016 y 2019
Los reducidos volúmenes de descubrimiento de petróleo convencional permiten deducir que se aproxima un periodo de escasez global de petróleo. En los últimos tres años, entre 2017 y 2019, la situación ha empeorado radicalmente. Entre los años 2017 y 2019, se confirma que el volumen descubierto de petróleo convencional fue de apenas 17 mil 258 millones de barriles, menos de 6 mil millones de promedio anual, figura 5. Insuficiente para satisfacer una demanda anual de petróleo superior a 35 mil millones de barriles anuales. El reducido volumen de petróleo convencional descubierto se puede justificar por el menor interés de las compañías petroleras en la realización de inversiones en un periodo de bajos precios internacionales del crudo.
Figura 5: Evolución del descubrimiento de nuevos yacimientos de gas y petróleo convencional entre los años 2013 y 2019.
Las reservas descubiertas en los 3 últimos años tan sólo representan la mitad de la demanda esperada en el año 2019. Se constata la tendencia de los últimos años en la reducción anual de descubrimientos de reservas de petróleos convencionales y la incapacidad en un futuro muy cercano de garantizar el suministro global de crudo convencional. El descubrimiento de reservas de petróleo convencional equivalente a poco más 17 mil millones de barriles, entre los años 2017 y 2019, en promedio 5 mil 750 millones anuales, demuestran el incontestable hecho que la demanda de derivados del petróleo de la sociedad industrial y de sus más importantes actividades económicas, actualmente, es garantizada por el stock de reservas existentes en los grandes yacimientos petroleros descubiertos hace varias décadas, concretamente, en los años 50-70 del siglo pasado.
El aumento de la demanda global de petróleo y la reducción de los descubrimientos de nuevos yacimientos con significativas reservas recuperables desvelan un escenario futuro de incapacidad de satisfacer la demanda de crudo a escala global y, por tanto, un incremento de los precios internacionales en la presente década. El volumen recuperable de petróleo en los nuevos yacimientos, descubiertos en los tres últimos años, es el más bajo en los últimos setenta años.
En el año 2019, se han descubierto 12 mil 200 millones de barriles equivalentes en reservas recuperables de gas y petróleo, figura 5. Descubrimientos que claramente son insuficientes para garantizar el suministro global de petróleo y gas natural a largo plazo. De los 12 mil 200 millones de barriles equivalentes de hidrocarburos descubiertos, entre gas natural y crudo, tan sólo 4 mil 750 millones corresponden a descubrimientos de petróleo convencional, menos del 14% de la demanda anual esperada de crudo en el mundo, unos 35 mil millones de barriles a finales del año 2019, figura 5. Es importante indicar que, en el año 2019, los descubrimientos de gas natural representaron el 61% del total de reservas de hidrocarburos. En la figura 6 se presenta la distribución por países de los nuevos descubrimientos de gas y petróleo convencionales realizados en el año 2019. Exceptuando los descubrimientos de crudo realizado mar adentro de las costas de Guyana, en los restantes países, los más importantes descubrimientos de reservas de hidrocarburos corresponden a yacimientos de gas natural.
Figura 6: Descubrimiento de nuevos yacimientos de gas natural y petróleo convencional en el año 2019 por países, Rystad.
En el año 2019, los mayores descubrimientos de nuevos yacimientos de petróleo convencional se dieron mar adentro de las costas de Guyana. En agosto del año 2019, la compañía Tullow informó del descubrimiento de unos 250 millones de reservas recuperables en los pozos Jethro-1 y Joe-1, en el Bloque Orinduik. Anteriormente, la compañía petrolera ExxonMobil informó de tres importante descubrimientos: en Tilapia y Yellowtail, en ambos pozos se descubrió petróleo, y en Haimara, donde se encontró gas condensado. Los tres campos descubiertos tendrían un volumen correspondiente a 800 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Figura 7: Mapa de descubrimientos hidrocarburíferos en bloques mar adentro de las costas de Guyana en el año 2019.
Los descubrimientos de gas y petróleo, conjuntos, en el Bloque Stabroek y Orinduik, realizados desde el año 2016 hasta el año 2019, representan unas reservas recuperables que apenas superan los 6 mil millones de barriles, una sexta parte de la demanda anual de petróleo esperada en el año 2019, figura 7. Sólo para introducir un contrapunto comparativo, en el año 2000, en el mar Caspio se descubrió el último gran yacimiento petrolero offshore, denominado Campo Kashagan, con reservas recuperables de 30 mil millones de barriles. En la zona marítima de Guyana se han realizado, entre los años 2016 y 2019, 14 descubrimientos de nuevos yacimientos, que apenas representan el 15% del total de los descubrimientos de crudo convencional mundial.
El 27 de enero del año 2020, ExxonMobil anunció un nuevo descubrimiento de hidrocarburos en el Bloque Stabroek en la zona marítima de Guyana. El descubrimiento se ha realizado en el pozo Uaru, que representa el quinceavo descubrimiento y el primero del año 2020. Uaru incrementará las reservas existentes de crudo y gas natural de ExxonMobil, que ya ha anunciado que la recalificación del total de las reservas Guyana podría alcanzar el valor de 8 mil millones de barriles de petróleo equivalente. Se espera que en el año 2025, la producción de crudo en Guyana alcance un valor promedio de 750 mil barriles diarios.
Conclusiones
A pesar de la efusividad con la que se celebra en la prensa especializada los nuevos descubrimientos de petróleo, las reservas recuperables descubiertas son ínfimas en relación a los enormes volúmenes de demanda global de crudo anual, que en el año 2019 superó los 35 mil millones de barriles. La dramática reducción de los volúmenes de reservas recuperables en los nuevos yacimientos descubiertos, en las últimas tres décadas, certifica la predicción de Martin King Hubbert sobre el paulatino y escalonado agotamiento de los recursos petrolíferos a escala global.
Los descubrimientos de nuevos yacimientos necesitan de mayores inversiones por la complejidad de su exploración y explotación. Se verifica que los volúmenes descubiertos no podrán garantizar el incremento de la demanda mundial de crudo de las próximas décadas. En este sentido, se puede afirmar que la actual demanda de crudo mundial recae sobre las reservas probadas existentes en los inmensos yacimientos descubiertos en las décadas de los años 50, 60 y 70. El más que probable desfase, en un futuro cercano, entre la oferta y demanda de crudo a escala global elevará significativamente el precio del barril de petróleo.
La inestabilidad de la garantía de suministro energético y la volatilidad de los precios del crudo justifica la ineludible necesidad de elaborar estrategias de desacoplamiento energético de las economías dependientes del petróleo, especialmente en aquellos países que no disponen de importantes reservas de crudo, como es el caso del Perú. La incapacidad económica de importar el volumen necesario de crudo y derivados de petróleo implicará un serio impacto en actividades económicas muy dependientes de este hidrocarburo como el transporte de personas y mercancías, la agricultura, la pesca, el turismo y la seguridad nacional.