CASANDRA Y EL GAS NATURAL DE CAMISEA

En agosto del año 2004 se inició la explotación del gas de Camisea con la llegada a la costa del ducto de transporte de gas. En algunos meses se cumplirán 12 años de un acontecimiento histórico para el sector energético peruano. Este hecho amerita un análisis detallado de la evolución y predicción de la producción y de las reservas de gas natural en el Perú. En una perspectiva de agotamiento de recursos fósiles, el futuro de gas natural en el Perú implica plantear un discurso de difícil aceptación en una sociedad temerosa de enfrentarse a una situación de grave riesgo de colapso social y contraria a un futuro color rosa ficticiamente creado en el imaginario colectivo. En la mitología griega esa desconfianza a la posible existencia de una situación futura de riesgo grave se representó en la ciudad de Troya, cuya infausta destrucción derivó en la aparición del síndrome de Casandra. Incredulidad y desconfianza ante posibles situaciones de riesgo.

Evolución y predicción de las reservas de gas natural

En el año 2016, el Ministerio de Energía y Minas publicó el Libro Anual de Reservas de Hidrocarburos al 31 de diciembre del año 2015. En ese informe se constata una lenta pero paulatina caída de las reservas probadas, probables y posibles de gas natural en los últimos años. Sólo en al año 2015, las reservas probadas se han reducido en 0,5 TCF. A finales del año 2009, las reservas probadas y posibles sumaban unos 26 TCF, figura 1. A finales del año 2015, esas reservas conjuntas no alcanzan los 18 TCF. Entre 2009 y 2015 se comprueba una reducción de 8 TCF entre reservas probadas y probables. En 6 años, las reservas han caído en un promedio de 1,2 TCF anual.

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Figura 1: Evolución de las reservas probadas y probables de gas natural entre 2004 y 2013, MINEM.

Además, no deben considerar los supersticiosos valores de los recursos contingentes y prospectivos, presentados en el informe de reservas del MINEM, puesto que son estimaciones basadas en hipótesis no sustentadas por sondeos o pruebas de producción, y que más bien corresponden a una confusión interesada que roza la ignorancia técnica. No es correcto confundir reservas – probadas, probables y posibles – con recursos – contingentes y prospectivos. A diferencia de los recursos, las reservas tienen un valor financiero que permite obtener prestamos para la explotación del gas.

De los datos presentados por el MINEM, se deduce que las reservas han entrado, en los últimos años, en una tendencia de reducción muy peligrosa ante un crecimiento constante del consumo de gas natural en el país. La reducción de reservas y el incremento esperado de la demanda podría afectar seriamente al número de años que los lotes de Camisea puedan garantizar la continuidad de suministro de gas natural. Todo apunta a que el Perú en menos de dos décadas se convertirá en un importador neto de gas natural. Se vislumbra con carácter de urgencia la necesidad elaborar un plan energético de sustitución del gas natural en un horizonte de tiempo muy corto, de 10 a 20 años. De lo contrario, se expone al país a una futura dependencia del gas procedente del exterior a precios desorbitados.

Evolución y predicción de la producción de gas natural

En la figura 2, se presenta la evolución de la producción de gas natural en el Perú antes y después del inicio de la explotación del yacimiento de Camisea. En el año 2003, la producción de gas natural superó 18 mil 480 millones de pies cúbicos anuales equivalente a 50,6 millones de pies cúbicos diarios, 50,6 MMPCD, provenientes del zócalo y la costa norte y del lote 31 en Aguaytia. En el año 2011, la producción total de gas natural fue de 1100,0 MMPCD, correspondiendo a Camisea 1047,5 MMPCD.

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Figura 2: Evolución de la producción de gas natural entre 2002 y 2016, Perúpetro.

En el año 2014, la producción promedio diaria total de gas natural alcanzó un pico de producción de 1250,4 MMPCD. En 2015, la producción promedio diaria en diciembre de los lotes 56 y 88 fue de 1229 MMPCD, figura 3. Entre agosto de 2004 y finales del 2016, el yacimiento de Camisea habrá inyectado más de 3,2 TCF al sistema energético nacional. Además, actualmente, se encuentra en fase final la ampliación del gasoducto de Camisea que permitirá incrementar su producción diaria a 1540 MMPCD, el equivalente a una producción anual de 0,56 TCF.

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Figura 3: Producción promedio diaria de de gas natural en diciembre del año 2015, OSINERGMIN.

El Plan Energético Nacional 2014-2025 prevé que el consumo de gas natural en 2025 alcance unos 2400 MMPCD, en un escenario alternativo optimista. Para el año 2025, el yacimiento de Camisea deberá inyectar casi 1 TCF anual de gas natural. A un consumo diario esperado de 1540 MMPCD hasta el año 2022, se habrá extraído de Camisea, entre 2016 y 2022, unos 3,4 TCF. Si continua la constante reducción de las reservas, el yacimiento de Camisea para el año 2022, con suerte habrá disponibles algo más de 12 TCF, a un consumo anual de casi 1 TCF, el Perú dispondrá de 12 años más de independencia gasífera. En la próxima década, si no se certifican nuevas reservas de gas, Perú deberá importar gas natural para satisfacer sus necesidades energéticas, especialmente, para garantizar la producción eléctrica en las centrales de ciclo combinado. Perú ya ha sufrido la terrible experiencia en convertirse de exportador de petróleo a importador de derivados de petróleo.