LA EXPERIENCIA CHILENA: ENERGÍAS RENOVABLES Y MINERÍA

Las energías renovables representan el principal recurso primario para la transformación del modelo energético peruano. Asimismo, los sistemas renovables de generación eléctrica pueden convertirse en la principal herramienta para la dinamización del sector eléctrico peruano y para la reducción del nivel de conflictividad social en relación a un importante número de proyectos mineros, sin entrar en la dimensión de legitimidad de la propiedad del uso de los recursos mineros y del impacto real de las actividades de extracción minera en el desarrollo local de las zonas geográficas propietarias de los recursos. Aunque energías renovables y explotación minera pueden parecer términos irreconciliables, existen en la actualidad un apreciable número de proyectos mineros, que emplean tecnologías renovables para suministrar un significativo volumen de energía a los procesos de producción minera. En el presente artículo se describe la actualidad de la integración de energías renovables en la industria minera y la necesidad elaborar un nuevo entorno normativo para maximizar el aprovechamiento de los recursos renovables en las explotaciones mineras.

Tecnologías Renovables en las Minas

Las explotaciones mineras emplean fundamentalmente electricidad, calor y derivados de petróleo en sus diversos procesos de explotación y producción. Cada explotación minera presenta un patrón de comportamiento específico y una curva de carga de consumo energético en función del proceso de producción minera. En este sentido, las cargas se pueden clasificar en cargas de base, intermitentes y variables, figura 1. Asimismo, las energías renovables se pueden clasificar en sistemas gestionables – centrales geotérmicas, biomasa, minihidroeléctricas y solares termoeléctricas con almacenamiento; semigestionables – solares fotovoltaicas y termoeléctricas sin almacenamiento; y no gestionables como los parques eólicos. Las explotaciones mineras pueden disponer de un mix de energías renovables para satisfacer gran parte de su demanda energética – electricidad y calor – y, en casos de las minas no conectadas a la red eléctrica convencional, o sustituir sustancialmente el consumo de derivados de petróleo en la producción de energía eléctrica y calor.

Captura de pantalla de 2016-08-07 00:34:18

Figura 1: Diagrama de suministro energético y demanda energética en las explotaciones mineras.

 

En mayo del año 2016, el Dr. Roman Günter del Centro de Estudios en Energías Renovables de la Universidad de Stellenbosch, Sudáfrica, publicó en el Journal of Energy in Southern Africa el artículo “A Literature Review on the Potencial of Renewable Electricity Resources for Mining Operations in South Africa” en el que se presenta una excelente descripción de la actualidad de los proyectos renovables asociados a explotaciones mineras. En el mencionado trabajo, se clasifican hasta 21 proyectos renovables, actualmente en operación, directamente relacionados con explotaciones mineras. La clasificación propuesta incluye la empresa minera, la compañía desarrolladora del proyecto renovable, el nombre de la mina, la localización geográfica, el modelo de negocio, el tipo de tecnología renovable, la potencia de la instalación y el año de puesta en operación, tabla 1.

Captura de pantalla de 2016-08-06 23:07:20

Tabla 1: Información sobre proyectos renovables integrados en explotaciones mineras entre 2011 y 2014.

De los 21 proyectos construidos entre 2011 y 2015, 11 proyectos se encuentran en Chile, con más 280 MW entre pequeñas instalaciones de menos de 100 kW hasta instalaciones renovables superiores a 100 MW. Más del 90% de la potencia instalada de sistemas renovables integrados en explotaciones mineras se encuentran en Chile. Una experiencia que en el Perú se debe analizar con bastante interés, puesto que desvela la viabilidad económica de la tecnologías renovables en el suministro de energía para los futuros proyectos mineros y desbarata el insostenible discurso de exportación de electricidad al norte de Chile.

Entre las ventajas de la integración de energías renovables en el suministro de energía para las explotaciones mineras destacan: seguridad en el suministro de energía, contratos de energía a largo plazo a precios estables, reducción del consumo de derivados de petróleo, obtención de licencia social para la realización de proyectos mineros y minimización de los niveles de conflictividad social, reducción de la huella ecológica y de los costes de operación, eliminación de la necesidad de construir extensas líneas de transmisión eléctrica y de la probabilidad de desconexiones, reducción de las pérdidas de energía en los sistemas de transmisión, capacidad de ampliación de los sistemas de generación renovable por su modularidad, disponibilidad de inyección de potencia reactiva en el punto de conexión con la red eléctrica convencional.

El Fin de la Superstición Exportadora de Electricidad

El discurso vigente de las altas autoridades del sector eléctrico nacional repite incansable que el sector eléctrico debe iniciar una cruzada de exportación de electricidad, particularmente al norte de Chile. Lamentablemente, o desconocen la situación del sector eléctrico chileno y sus planes a futuro, o simplemente pecan de una ignorancia inadmisible que les anima a confundir sueños con una inesperada y rabiosa realidad.

El 17 de agosto del presente año, el Gobierno de Chile subastó 12.430 GWh de energía eléctrica a inyectar en la red entre el año 2021 y el 2022. La licitación incluyó cinco bloques horarios y supuso el equivalente a un tercio del suministro eléctrico de los clientes regulados de los Sistemas Interconectados Interconectado Central, SIC, y del Norte Grande, SING, por un periodo de 20 años. La subasta realizada es la mayor de la historia del sector eléctrico en Chile.

Es importante destacar, que la empresa española Solarpack se adjudicó el proyecto de una planta solar fotovoltaica de 120 MW, ubicada en el desierto de Atacama, con un precio record mundial de 29,10 dólares/MWh, mejorando en 80 centavos el precio obtenido en Dubai en mayo pasado. Asimismo, el precio más bajo para una instalación eólica adjudicada en la subasta fue de 38,10 dólares/MWh, mientras que el precio de la energía a suministrar por una central hidroeléctrica se fijó en 60 dólares/MWh, y el de la geotérmica en 66 dólares/MWh.

El precio medio obtenido entre todas tecnologías y convencionales fue de 47,6 dólares/MWh, de los cuales 2/3 proviene de tecnologías eólicas y solares. El precio medio resultó un 40% menos de lo obtenido en la licitación de octubre del año 2015, que se adjudicaron en su totalidad las tecnologías renovables. Las centrales eléctricas de gas obtuvieron un precio de 47 dólares/MWh, y las centrales eléctricas de carbón fijaron el precio de venta de la energía en 57 dólares/MWh.

La subasta de energía se denominó Licitación Pública Nacional e Internacional para el Suministro de Potencia y Energía Eléctrica para abastecer los consumos de clientes sometidos a regulación de precios (Licitación de Suministro 2015/01)”. La licitación se inició en mayo del 2015 con el Anunció de Licitación. El 27 de julio del presente año, 84 empresas presentaron sus ofertas económicas y administrativas para la adjudicación de la energía subastada. En esta subasta se consideraron 5 Bloques de Suministro:

Bloque de Suministro N°1, vigente desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2040, por 3.080 GWh de energía a licitar.

Bloque de Suministro N°2-A, vigente desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2040, por 680 GWh de energía a licitar y que estará destinado a abastecer únicamente los consumos comprendidos entre las 00:00 y las 07:59 horas y entre las 23:00 y 23:59 horas.

Bloque de Suministro N°2-B, vigente desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2040, por 1.000 GWh de energía a licitar y que estará destinado a abastecer únicamente los consumos comprendidos entre las 08:00 y las 17:59 horas.

Bloque de Suministro N°2-C, vigente desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2040, por 520 GWh de energía a licitar y que estará destinado a abastecer únicamente los consumos comprendidos entre las 18:00 y las 22:59 horas.

Bloque de Suministro N°3, vigente desde el 1 de enero de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2041, por 7.150 GWh de energía a licitar.

En relación a garantizar el suministro de energía en Chile para la siguiente década, la Comisión Nacional de Energía iniciará un nuevo proceso de licitación por 3.800 GWh, a finales del presente año, con la intención que las centrales adjudicadas inicien su operación en el año 2023. Asimismo, se prevé otra tanda de subasta de energía para el año 2017, con una licitación de 7.200 GWh para suministrar desde el año 2024. En 2018 se planifica una nueva subasta por 8.900GWh, con el objetivo de iniciar el suministro en el año 2025.

Conclusiones

La experiencia chilena de integración de energías renovables en las explotaciones mineras plantea al sector minero peruano evaluar el aprovechamiento de los recursos renovables existentes en el país para minimizar la dependencia de la volatilidad de los precios de los productos derivados del petróleo. Además, la inversión en tecnologías renovables permitirá a las empresas mineras obtener la licencia social que destrabe varios importantes proyectos mineros en el Perú, garantizando el suministro de energía a las comunidades de las zonas donde se encuentran los recursos mineros y elevando su capacidad de desarrollar actividades económicas.

Por otro lado, la subasta de energía realizada en Chile a mediados del mes de agosto ha desvelado precios muy competitivos de las tecnologías renovables, demostrando que los precios renovables son, en muchos casos, muy inferiores a los precios de las centrales de ciclo combinado, centrales de carbón y centrales hidroeléctricas. Por tanto, no existen consideraciones económicas que impidan la maximización de la integración de energías renovables en un futuro a corto y medio plazo, inexorablemente, asociado un proceso de transformación del modelo energético.

Finalmente, el volumen de energía subastado en Chile y los procesos de licitación planificados, certifican la imposibilidad de exportar significativos volúmenes de energía al vecino del sur. En este sentido, para dinamizar el sector eléctrico peruano, con un supuesto exceso de potencia instalada actualmente existente, es imprescindible generar demanda eléctrica en el sector de transporte de personas y mercancías, entre ciudades y en las grandes ciudades, así como generar demanda en los sistemas de cocción y calentamiento de agua en las viviendas, que permita la construcción de nuevas centrales eléctricas RER en los próximas décadas, con el objetivo a largo plazo de sustituir a las centrales de ciclo combinado y minimizar la construcción de grandes centrales hidroeléctricas. Para maximizar la integración de tecnologías RER es imperativo agilizar los plazos de realización de subastas e incrementar el porcentaje de energía eléctrica a subastar.

images

Figura 3: Instalación solar fotovoltaica en las cercanías de una explotación minera.