El fortalecimiento de PetroPerú como empresa petrolera implica la participación en la exploración y explotación de recursos petrolíferos. En este sentido, y ante la caducidad de los contratos de operación de algunos lotes en el plazo de algunos años, es muy conveniente abrir un debate sobre el futuro de los lotes petroleros que revertirán a manos del Estado Peruano.
Auditoria Integral de los Lotes en Proceso de Explotación
Es importante trasladar a la sociedad peruana la necesidad de realizar una evaluación exhaustiva de las condiciones en las que esos lotes petroleros revierten al Perú. Particularmente crítico es el proceso de evaluación del impacto medioambiental causado en el periodo de explotación de los pozos petroleros en las zonas de explotación.
En innumerables entrevistas y artículos especializados, se plantea la necesidad de que los lotes petroleros con contratos de operación en proceso de expiración reviertan directamente a PetroPerú y sean explotados por la mencionada empresa estatal.
La mayoría de los planteamientos son estrictamente económicos, lo que comúnmente se conoce como “Bussiness as Usual”, nadie plantea la necesidad de evaluar el impacto medioambiental de la explotación petrolera en los territorios adyacentes. La idea central es que la renta de PetroPerú mejorará sustancialmente si parte del crudo que compra para refinar lo extrae de los pozos en explotación que recuperará en unos años.
Autoabastecimiento Petrolero: Sueños y Realidad
Los altos directivos de PetroPerú y PerúPetro consideran que la explotación de esos pozos es un paso hacia la autosuficiencia petrolera. No obstante, es necesario puntualizar que la única forma que el Perú alcance la autosuficiencia petrolera es reduciendo el consumo de derivados de petróleo en el transporte público, privado y de mercancías, que son los principales consumidores de crudo en el Perú.
Los datos estadísticos son contundentes. Año a año se incrementa la brecha entre consumo y producción nacional, por lo que es imposible que se alcance la suficiencia energética incluso a pesar de la agresiva búsqueda de yacimientos petrolíferos que promueve PerúPetro.
En este análisis es necesario incluir dos circunstancias contrastables: la producción nacional se reduce anualmente, por lo que los nuevos descubrimientos servirán para cubrir la reducción de producción nacional, y por otro lado, el crecimiento económico del país ha desbocado en una masiva compra de automóviles, incrementando el consumo de derivados del petróleo.
En relación a los descubrimientos de yacimientos petrolíferos en el Perú, las cifras no son muy optimistas, según informes del Ministerio de Energía y Minas, en los últimos 10 años se ha descubierto petróleo en los lotes Z-1, Z2B, 39, 64 y 67. Los lotes Z-1 y Z2B producen unos 18000 barriles diarios de petróleo en promedio.
La producción de petróleo en los lotes arriba mencionados no cubre ni el 10% del consumo diario, y lo más curioso es que sólo cubrirá la pérdida de producción de los lotes de explotación más antiguos del Perú. En otras palabras, el Perú no es una potencia petrolera, es un hecho que hay que reconocer y actuar en consecuencia con esta realidad. Quizás sea más rentable en el futuro disponer de una inmensa despensa de biodiversidad que agujerear indiscriminadamente todo nuestra amazonia.
En los lotes 39 y 67 se han descubierto grandes cantidades de petróleo pesado, de difícil transporte hasta la costa peruana para su exportación o refino. En el lote 64 se ha descubierto crudo ligero – a 6000 metros de profundidad – y su explotación se iniciará el año 2015 con un volumen de 5000 a 7000 barriles diarios en una primera fase.
En resumen, los miles de barriles de petróleo que se han descubierto en el Perú o son de baja calidad o a grandes profundidades lo que encarece su extracción y pone en tela de juicio la viabilidad económica del proyecto. Un signo inequívoco que la solución al dilema energético peruano no está sólo en incrementar la producción nacional de crudo sino de proponer alternativas al desbocado consumo de derivados de petróleo en el país.
PetroPerú y Los Lotes con Contratos en Extinción
Existen siete lotes cuyos contratos de concesión expiran entre el 2013 y el 2016 y que deberán revertir al Estado Peruano. En Talara, los lotes III y IV en manos de la empresa noruega Interoil y en la selva norte, el lote 1AB que explota Pluspetrol Norte, deberían ser exclusivamente explotados por PetroPerú. La producción de estos tres lotes no supera los 20000 barriles diarios.
Los lotes VI y VII de la empresa petrolera china Sapet alcanzaron el año 2011 una producción superior a 3000 barriles diarios. El lote II explotado por Petrolera Monterrico tuvo una producción de algo más de 500 barriles al día en el año 2011. Estos tres lotes se ubican al noroeste de Talara en Piura.
Particular atención merece el lote IX explotado por Unipetro, empresa administrada por la Universidad Nacional de Ingeniería. La producción no supera los 300 barriles diarios y su contrato de operación acaba el año 2013.
En total, estos sietes lotes podrían alcanzar algo más del 30% del total de la producción nacional en el año 2011, aproximadamente unos 9 millones de barriles anuales. Si estos lotes finalmente pasan a ser explotados por PetroPerú, la empresa estatal se convertirá en la mayor productora de crudo en el Perú.
Es importante indicar que en diciembre del año 2011 venció el contrato de operación de los lotes I y V, explotados por la empresa peruana Graña y Montero Petrolera, y que produce unos 1000 barriles diarios de crudo en conjunto. El gobierno de Alan García renovó anticipadamente el contrato hasta el 2021 sin evaluar la posibilidad de devolverlo a PetroPerú.
En la siguiente figura se presentan los datos más relevantes de los lotes en explotación en el Perú.
Las Ganancias de la Renta Petrolera
Gracias a la explotación de estos lotes, la renta de PetroPerú se incrementará significativamente. Las ganancias del negocio se presuponen una riqueza de todos los peruanos, por tanto, la correcta distribución de los beneficios será uno de los retos más complejos que deberá abordar la fortalecida empresa nacional.
Los beneficios de la renta petrolera deberían ser invertidos en las zonas petroleras que en un futuro no lejano se verán muy afectadas por la desaparición de los recursos petrolíferos, por lo que parece lógico que las ganancias deberían invertir en la creación de una economía desacoplada del petróleo en estas zonas.
Vídeo – Amazonia: Masato o Petróleo
El agotamiento del petróleo en esas zonas de explotación causará un serio impacto en las actividades económicas de las regiones que dependen excesivamente del canon petrolero como Piura y Loreto. Es evidente, que parte de la riqueza que generan los recursos petroleros deberán servir para generar un conjunto de actividades económicas alternativas en las regiones dependientes de las actividades petroleras.
Asimismo, una gran parte de los beneficios deberá emplearse en la creación de un sistema de transporte público despetrolizado en las grandes ciudades y en la construcción de un sistema electrificado de interconexión entre ciudades y transporte de mercancías. Un tema de discusión nacional, sin duda, será la elaboración de mecanismos de distribución de la riqueza que generarán estos pozos explotados en manos de PetroPerú.
El Daño Medioambiental de la Explotación en la Selva
Por otro lado, es irrenunciable exigir al Ministerio de Medio Ambiente y a las autoridades competentes que realice una evaluación exhaustiva del impacto medioambiental causado por la explotación de los lotes en el periodo de concesión. La importancia de un informe de impacto medioambiental permitirá cuantificar los daños causados y las inversiones que han de realizar las empresas extranjeras para la reparación de los daños medioambientales antes de entregar los lotes.
No sería correcto ni justificable que PetroPerú asuma las reparaciones de los daños medioambientales causados al territorio y a los habitantes de las zonas explotadas. Las reclamaciones por contaminación y destrucción del entorno natural de los pueblos originarios son innumerables y es claro reflejo del grave impacto que ocasionan estas actividades.
Los pueblos indígenas, dueños de los territorios en los que se realiza la explotación, son los más afectados por la extracción de hidrocarburos y, por tanto, los más preocupados porque los nuevos concesionarios realicen una explotación con criterios medioambientales y respetuosos de la forma de vida de los pueblos selváticos.
Es imprescindible que los diferentes actores sociales y autoridades competentes exijan la realización de una auditoria integral que dirima las responsabilidades de las empresas extranjeras durante el proceso de explotación y las reparaciones económicas asociados a los impactos medioambientales, causados en el periodo de explotación, y que deberán de asumir antes de la entrega de los lotes al Perú.
La explotación de los lotes petrolíferos por PetroPerú deberá estar regulada por una normativa específica de explotación con un exquisito respeto medioambiental, que se deberá hacer extensible a los restantes concesionarios de lotes petroleros en el país. La empresa estatal PetroPerú debería inaugurar una nueva forma de explotación respetuosa con el medioambiente y con la vida de los pueblos que habitan esos lugares.
La minimización del impacto medioambiental y la coordinación de actividades sociales con las poblaciones indígenas crearan un clima de inclusión que permitirá reducir las constantes tensiones que generan las actividades extractivas públicas y privadas.
Vídeo – Destrucción de la Amazonia I
Vídeo – Destrucción de la Amazonia II
Madrid, a 26 de Mayo del año 2012