MASIFICACIÓN DEL GAS NATURAL O BIOMETANIZACIÓN LOCALIZADA

El 23 de marzo del año 2012 el Congreso del Perú aprobó la Ley que crea el Sistema de Seguridad Energética en Hidrocarburos y el Fondo de Inclusión Social Energético. El objetivo de la ley es iniciar el proceso de masificación del consumo de gas natural en el Perú basado en un subsidio estatal a emplear en la construcción de conexiones domésticas. Se plantean algunos inconvenientes y algunas propuestas innovadoras al presente proceso de masificación del gas natural de Camisea.

La vulnerabilidad energética al gas de Camisea

Según las informaciones del Ministerio de Energía y Minas, el Fondo de Inclusión Social Energético, de 119 millones de dólares anuales, permitirá la instalación de 100000 conexiones domiciliaras al año. Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas informó que se orientarán unos 600 millones de dólares para masificar el uso del gas natural a nivel nacional en los próximos 21 meses.

La masificación del gas natural es un asunto que se debe analizar con especial detalle puesto que exige la realización de inversiones estatales millonarias en la construcción de ductos y que además promociona el empleo de un recurso fósil escaso en el Perú y que tarde o temprano se acabará. Las reservas actuales del gas de Camisea garantizan el consumo nacional de gas y los compromisos de las exportaciones hasta finales del año 2022.

Sistema descentralizado de biogasificación

La masificación del consumo de gas en las grandes ciudades afecta negativamente a la seguridad energética nacional. El gas natural a emplear en los futuros ductos proviene de un único yacimiento gasífero, por tanto, se intensifica la dependencia y vulnerabilidad de millones de posibles nuevos usuarios. Es imposible plantear un incremento de la seguridad energética en función de un único recurso fósil, en realidad simplemente se pasa a depender de otra energía fósil, la mitad de contaminante que el petróleo, pero contaminante al fin y al cabo.

Además, actualmente existen serios inconvenientes con el uso de las reservas del gas de Camisea debido a los compromisos de exportación existentes sin dejar lado que el negocio del gas natural es marcadamente oligopólico, lo que condiciona aún más la seguridad y vulnerabilidad energética del país.

Una alternativa a la propuesta actual es emplear el fondo de subsidios de inclusión social para la creación de un sistema descentralizado de biogasificación de las grandes ciudades del Perú, un proceso de biometanización localizada del país. El objetivo principal de esta propuesta es establecer las bases técnicas, económicas y normativas para la creación de un sistema de suministro de biogás renovable, autóctono y local a partir del aprovechamiento de los residuos agrícolas, ganaderos, industriales y urbanos de las diferentes regiones y provincias del país.

La versatilidad tecnológica del biogás

El biogás se obtiene a través de un proceso de digestión anaerobia (en ausencia de oxigeno) de la materia orgánica con la ayuda de microorganismos. Además, se produce un subproducto rico en nutrientes denominado digestato o bio-fertilizante, que contiene la mayor parte de los elementos minerales de la materia orgánica original y que se puede emplear como abono y sustituir fertilizantes inorgánicos.

La materia orgánica empleada en la obtención de biogás puede ser:

  • residuos ganaderos
  • residuos agrícolas
  • residuos de lodos de depuradoras de aguas residuales
  • residuos de efluentes industriales
  • fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (RSU)
  • cultivos energéticos

La digestión anaerobia tiene una aplicación práctica en el tratamiento de los residuos biodegradables de industrias como la cervecera, azucarera, pesquera, cárnica, alcoholera, láctea, etc…Además, también se puede emplear en el tratamiento de los residuos producidos en explotaciones ganaderas intensivas y de los lodos de depuración de las aguas residuales.

En el caso del aprovechamiento de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos es posible obtener biogás a través de la desgasificación de vertederos o por la digestión anaerobia en biorreactores.

El biogás contiene principalmente metano, dióxido de carbono y nitrógeno variando su concentración en función de la fuente de origen. El valor energético del biogás se determina en función de la concentración de metano – alrededor de 20 ó 25 MJ/m3, a diferencia de los 33 ó 38 MJ/m3 correspondiente al gas natural.

Habitualmente, el biogás se emplea en turbinas de gas para generar electricidad. No obstante, con un tratamiento previo que mejore el contenido de metano se puede emplear como combustible en vehículos. Otros usos del biogás se encuentran en sistemas de cogeneración (electricidad y calor), inyección en las redes de gas natural (biogás con más del 97% en metano), en pilas de combustible y en microturbinas.

Experiencias internacionales existentes

Francia, Suiza, Suecia, Alemania y Austria han desarrollado la estructura técnica y el entorno normativo y económico y las especificaciones técnicas adecuadas para la inyección de biogás en las redes de distribución de gas natural.

En Alemania, a finales del año 2011 existían casi 6000 plantas de biogás. La potencia instalada de estas instalaciones es de entre 50 y 500 kW. El tamaño más habitual de una planta en Alemania es de unos 400 kW, aunque existen proyectos de más de 20 MW. A finales del año 2010, la potencia eléctrica total instalada superó los 2300 MW.

La previsión es que a finales del año 2011 se alcance una potencia eléctrica total instalada de 2800 MW correspondiente a unas 7100 instalaciones. Se estima que cada MW instalado genera 7 puestos de trabajo, un signo inequívoco de inclusión social.

Las plantas de biogás en Alemania se emplean mayoritariamente en la producción de electricidad y se localizan en zonas rurales por lo que consumen sólo el 10% del calor generado. Es decir, se pierde el 90% restante lo que implica una pérdida muy importante de eficiencia global. Es mucho más eficiente desde el punto de vista energético inyectar el biogás en la red de distribución de gas natural y emplearlo en pequeños sistemas de cogeneración y aprovechar al máximo el calor generado en sistemas de agua caliente sanitaria y pequeños procesos industriales.

En Alemania se inyecta biogás a la red de gas natural desde el año 2006. La legislación alemana obliga a inyectar el biogás en las redes de distribución siempre que sea viable técnica y económicamente.

A finales del año 2011, alrededor de 60 plantas inyectarán  aproximadamente 260 millones de metros cúbicos de biometano en la red de gas natural alemana. Alemania pretende producir 6000 millones de metros cúbicos de biogás en el año 2020, un 7% del consumo total de gas natural, y 10000 millones en el año 2030.

A inicios del año 2011 en Alemania se habían registrado 90000 coches a gas natural. Cerca de 200 de las 900 estaciones existentes de suministro de gas natural vendían un gas que contenía entre un 5 y un 100% de biometano, La primera estación de biogás en Alemania entró en operación  en el año 2006 y se instaló en Jameln, Baja Sajonia. Actualmente, existen 20 estaciones que distribuyen un 100% biometano para uso en los coches a gas natural.

A finales del año 2008, Dinamarca disponía de 20 plantas centralizadas y 55 plantas individuales. Se consideran plantas individuales a aquellas que gestionan una carga diaria inferior a 50 m3 y que distribuyen el digestato en las parcelas próximas en calidad de fertilizante. Por otro lado, se consideran plantas centralizadas a las que gestionan una carga de 60 a 500 m3 al día y el digestato es purificado.

En Suecia, en 1992 entró en operación la central de biogás de Laholm. Es una planta de co-digestión (combina diferentes residuos) que recibe 48000 toneladas anuales entre estiércol y diferentes tipos de basura orgánica de la zona y lo transforma en 2,4 millones de metros cúbicos anuales de biometano y 43000 toneladas anuales de bio-fertilizantes. La instalación tiene una capacidad de producción de 500 metros cúbicos por hora.

Desde el año 2001 el biogás se inyecta en la red de distribución local y reemplaza el 25% del consumo de gas natural, aproximadamente unos 1,8 millones de metros cúbicos de gas natural, reduciendo unas 3700 toneladas de emisión de CO2 al año.

Existen infinidad de experiencias reales de instalaciones de biogás que demuestran que es una tecnología madura y permite la gestión de residuos habitualmente ni tratados ni reciclados y que pueden causar serios impactos medioambientales. Además estas tecnologías permiten la generación de empleo local y el aprovechamiento de recursos autóctonos.

Elaboración de un mapa de aprovechamiento del biogás en el Perú

En el Perú, el primer paso para el aprovechamiento del biogás a escala nacional es la elaboración de un mapa del potencial aprovechable de biomasa y biogás por provincias para la producción de electricidad, calor, sustitución de gas natural vehicular e inyección en las redes de distribución de gas natural.

Posteriormente, se debería establecer un Decreto Ley de Promoción de Gestión de los Residuos y Aprovechamiento del Biogás que incentive la construcción de estas instalaciones y que asegure una retribución económica adecuada. Es fundamental la participación activa de los gobiernos regionales y locales en la inversión económica de sistemas renovables que generan empleo y democratizan la producción de energía.

Las actividades económicas del Perú generan importantes residuos agrícolas, ganaderos, industriales, pesqueros y residuos sólidos urbanos que podrían emplearse en la generación de energía renovable y convertirse en una herramienta fundamental en el proceso de transformación del modelo energético actual.

Madrid, a 26 de Marzo del año 2012