LA EXTRAÑA BENDICIÓN DEL EXCESO DE RESERVA

Durante la tercera semana de noviembre se realizó, en Arequipa, el III Congreso Internacional de Ingeniería Eléctrica y Energías No Convencionales, organizado por la Universidad Nacional de San Agustín. En el mencionado congreso científico se presentaron altos ejecutivos de varios organismos del sector eléctrico peruano: Ministerio de Energía y Minas, MINEM, Organismo Supervisor de Inversión en la Energía y Minería, OSINERGMIN, y del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional, COES. Los representantes de los diversos organismos del sector eléctrico peruano desvelaron la situación existente de exceso de reserva, argumentando, además, que los próximos gobiernos no tendrán que afrontar racionamientos de electricidad o falta de oferta de energía eléctrica. Una lectura diferente de la situación actual invita a recelar de la idea que disponer de un exceso de energía es casi una bendición divina. En el presente artículo se evalúa la curiosa visión de los diferentes organismos eléctricos peruanos en justificar el exceso de reserva de potencia en el sector eléctrico peruano.

La visión del MINEM

El representante del MINEM, en el anteriormente mencionado congreso, presentó la evolución de las reservas entre el año 2013 y 2031, figura 1. Según el representante del MINEM, la reserva de potencia alcanzará un pico de 64% en el año 2017. En un muy improbable escenario de crecimiento optimista de la demanda en el periodo analizado, la reserva tendría valores positivos hasta el año 2027, sin incremento de la potencia instalada, y alcanzaría valores negativos en el año 2031. Es importante indicar, que el escenario de crecimiento de la demanda eléctrica propuesto no coincide con la tendencia actual de desaceleración del crecimiento económico nacional, por tanto, la evolución de la reserva presentada es de dudosa justificación. Se observa, además, que entre el año 2019 y el año 2031, la potencia térmica e hidroeléctrica instalada se mantendría durante varios años estancada, debido al exceso de reserva existente, situación que no es de interés para una sociedad de crecimiento constante y que, inexorablemente, derivará en una reducción de las inversiones en el sector de generación eléctrica. La visión del MINEM presenta un futuro sin inversiones en el sector de generación eléctrica

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Figura 1: Evolución de la reserva de potencia en el sistema eléctrico peruano entre el año 2013 y 2031, MINEM.

Es curioso, comprobar que no se ha realizado un análisis crítico de la situación actual. Al parecer, por imperativo técnico y económico, el Perú debe tener un injustificado gran exceso de reserva eléctrica. Sería conveniente evaluar las experiencias internacionales y cuantificar los niveles de reserva de potencia existentes en otros países de la región y del mundo, y verificar si la existencia de una reserva superior al 50% es realmente adecuada o simplemente es resultado de una planificación excesivamente optimista, pero con consecuencias realmente trágicas. Tampoco se ha planteado y evaluado la posibilidad de disponer de herramientas y mecanismos de gestión de la demanda, que permitan abordar el problema de la reserva desde la demanda y no exclusivamente desde un injustificado incremento de la generación. Por otro lado, es necesario acelerar el proceso de integración con países vecinos que, gracias a regímenes complementarios hidrológicos, permitiría disponer de una reserva de potencia instantánea y reducir la inversión en la denominada reserva fría de potencia. Una verdadera aberración del mercado eléctrico: pagar la construcción y operación de una instalación de generación diesel cuya función es existir por si en algún momento es necesaria su presencia.

OSINERGMIN en defensa de la reserva fría

OSINERGMIN justifica la existencia de un exceso de reserva en función del uso de la reserva fría existente. En la figura 2, se observa la reducción de la reserva de potencia fría actualmente existente en función de su entrada en operación. Lamentablemente, el horizonte temporal de análisis es muy reducido, no obstante, se verifica el uso de la reserva fría durante un único día del mes de septiembre no justifica un exceso de reserva de potencia, superior al 50%. Además, una línea de transmisión de 500 kV puede transmitir más de 1000 MW de potencia, algo que curiosamente no se ha considerado.

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Figura 2: Evolución de la reserva de potencia fría en el sistema eléctrico peruano, OSINERGMIN.

OSINERGMIN no ha valorado la posibilidad de una conexión de 500 kV con el Ecuador, que permitiría disponer de una reserva de potencia instantánea superior a 1000 MW, evitando inversiones en sistemas de generación para reserva fría y aprovechando la complementariedad de los ciclos hidrológicos entre ambos países. La reserva fría en el sur del Perú inicialmente será a diesel, algo inexplicable puesto que la volatilidad del precio del petróleo se traslada a los usuarios, aunque posteriormente la reserva fría se podrá convertir a gas, cuando el ducto de gas desde el yacimiento de Camisea llegue al sur del Perú. Por otro lado, OSINERGMIN no ha cuantificado el ahorro en potencia eléctrica que se podría obtener con la implementación de planes de ahorro y eficiencia energética. Según la visión del OSINERGMIN, el exceso de reserva de potencia existente limita las posibilidades de implementación de ambiciosos planes de eficiencia energética y la masificación de sistemas renovables de generación eléctrica. Los errores de una estrategia a largo plazo, basada en unas predicciones optimistas de crecimiento de la demanda, no puede afectar uno de los principales objetivos de la estrategia energética nacional: transformar el modelo eléctrico actual, metanizado y con un injustificable exceso de reserva de potencia, en un sistema basado en una gestión inteligente de la demanda, en la implementación de ambiciosos planes de ahorro y eficiencia energética y en la distribución de los sistemas de generación, basado en la integración de sistemas renovables gestionables – biomasa, solar termoeléctrica y geotérmica – y no gestionables – solar fotovoltaica y eólica, con el objetivo final de reemplazar a largo plazo a las centrales térmicas de ciclo combinado a gas natural.

COES y la distribución de los sistemas de generación

El COES justifica la necesidad de la reserva fría por la concentración existente de la generación termoeléctrica en la zona de Chilca. Resulta curioso confirmar que precisamente el Estado peruano ha propiciado la instalación de centrales térmicas de gas natural en la zona centro del país, generando un problema de concentración de generación eléctrica e incrementando el riesgo de interrupción del suministro, en caso de avería en el ducto de Camisea a la costa, y reduciendo la confiabilidad del sistema eléctrico. Es decir, el Estado genera un problema a escala nacional, por facilitar el negocio de las empresas eléctricas en el sector eléctrico, con la construcción de centrales de ciclo combinado a gas natural y la paralización de la construcción de centrales hidroeléctricas, e inicia un grave proceso de metanización del sistema eléctrico, que encadena al Perú a un recurso nada abundante en el país, o en cualquier caso, con una continuidad en el tiempo cuanto menos discutible. El problema creado por el Estado peruano se pretende resolver con la construcción de centrales de reserva fría en el norte y sur del Perú, lo que afectará seriamente el comportamiento del sistema eléctrico en un escenario de exceso de reserva de potencia, puesto que muchas centrales no podrán amortizar sus inversiones o funcionar en los mínimos operativos exigidos por cada tecnología. En un mercado eléctrico ideal, en el que el equilibrio entre generación y demanda establece el precio de la energía, un exceso de generación deberá acompañarse por una reducción del precio de la energía. Algunas experiencias externas indican que ante un exceso de generación se crean un conjunto de mecanismos que trasladan el coste de incapacidad de operación de un importante número de centrales eléctricas a la tarifa de los usuarios. En este sentido, la experiencia española es bastante esclarecedora ante estas circunstancias de desequilibrios en mercados eléctricos dominados por oligopolios eléctricos. En la figura 3, se observa la evolución de la reserva en un escenario base y un escenario pesimista, según el COES. En un escenario pesimista sólo hacia el año 2026 la reserva de potencia se reduciría significativamente.

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Figura 3: Evolución de la generación/demanda de potencia para un escenario base y un escenario pesimista, COES.

Epílogo

El excesivo optimismo del Estado peruano en relación a escenarios de elevado crecimiento de la demanda eléctrica ha derivado en un exceso de reserva de potencia. El problema de reducida reserva se ha resuelto con un exceso de oferta de energía eléctrica, basada en la construcción de un gran número de sistemas de generación, térmicos e hidroeléctricos. No se ha evaluado la posibilidad de resolver el problema de reserva de potencia desde una perspectiva de gestión de la demanda, implementación de agresivos planes de eficiencia energética e integración masiva de sistemas renovables de generación eléctrica, que permitirá en un horizonte de largo plazo disponer de reemplazo a las centrales de ciclo combinado a gas. Tampoco se ha evaluado el impacto en la reserva de la conexión con Ecuador a través de líneas de 500 kV, que proporcionaría a Perú una reserva instantánea, evitando la construcción de reserva fría.