EL FIN DEL «FRACKING RUSH»

Estados Unidos ha experimentado, en su corta pero intensa historia como potencia hegémonica mundial, la aparición de periódicas burbujas financieras. Una de las últimas y más sofisticadas burbujas financieras es la explotación de gas y petróleo no convencional con ayuda de la denominada tecnología del fracking. La estrepitosa caída del precio del petróleo en los últimos meses empieza a afectar seriamente a las empresas dedicadas a la explotación del denominado light tigth oil, el petróleo ligero no convencional de roca compacta de escasa calidad y reducido rendimiento energético. Los datos y las predicciones de las agencias independientes de energía indican una esperada reducción de la producción del petróleo no convencional americano en los próximos meses y, por tanto, una recuperación del precio internacional del barril de petróleo en el tercer y cuarto trimestre del 2015.

Breve explicación del “Fracking”

La tecnología del fracking no es algo realmente novedoso, puesto que se empleó por primera vez en el año 1947 para estimular algunos pozos depletados de gas natural y petróleo en los Estados Unidos. La técnica del fracking consiste en perforar de forma vertical hasta alcanzar la capa de formaciones rocosas que contiene el petróleo o gas, en promedio 3 kilómetros, entonces se desvía unos 90 grados para abarcar longitudinalmente toda la estructura rocosa, entre 1 y 3 kilómetros. Una práctica habitual es realizar varias perforaciones desde una misma plataforma y así cubrir una mayor superficie de explotación y mejorar la cantidad de combustible a extraer.

La operación de fracturación consiste en dividir las perforaciones horizontales en tramos, en los cuales se alojan explosivos que permitan perforar la tubería y generar fracturas en la formación rocosa. Adicionalmente, para ampliar las fracturas, realizadas con los explosivos, se inyecta agua a presión que contiene arena y una serie de aditivos químicos. El Tyndall Centre for Climate Change Research indica que se introducen hasta 500 sustancias químicas – 17 tóxicos para organismos acuáticos, 38 tóxicos agudos, 8 cancerígenos probados y 7 elementos mutagénicos. Se estima que cada perforación exige la inyección de 200 mil metros cúbicos de agua más aditivos. Asumiendo que los aditivos químicos suponen un 2% del volumen de agua inyectada, se inyectan 4 mil toneladas de sustancias químicas muy contaminantes en cada perforación.

La tecnología de fracking es una gran consumidora de energía convencional y de recursos naturales. El agua, necesaria en la operación de fracturación, exige para su traslado al lugar de perforación un elevado consumo derivados del petróleo. Irremediablemente, la tasa energética de retorno del fracking es reducido y, por tanto, de muy discutible rentabilidad económica. El coste de producción de un barril de tigth oil supera los 80 dólares, por lo que necesita de elevados precios internacionales del petróleo convencional para su supervivencia. La desesperación americana por explotar un recurso energético local ha obligado a la industria petrolera a realizar perforaciones horizontales en estructuras rocosas de escasa calidad energética.

La burbuja del “Fracking”

El tight oil americano es realmente lo más parecido a un petróleo subprime. El tight oil se ha explotado gracias a la conjunción a tres condiciones particulares:

  • La compra de materiales e insumos importados por la industria del fracking con una divisa fuerte como el dolar – financiación energética exterior encubierta –
  • La absurda ilusión de que los costes de producción del fracking se reducirían con un importante incremento de la producción en un entorno de precios elevados del petróleo – la creencia religiosa de que los avances tecnológicos transformarían las pérdidas a corto plazo en ganancias a largo plazo – y,
  • finalmente, una bien planificada e irresponsable propaganda de aumento de las reservas de petróleo no convencional con el objetivo obtener créditos bancarios que garanticen la financiación de un negocio con futuro incierto. Un desquiciado endeudamiento de las empresas petroleras que sólo se explica por la imperiosa necesidad de demostrar la rentabilidad de un negocio absurdo. La ilógica financiera del crecimiento infinito

La caída del precio del petróleo a valores inferiores a 60 dólares desde mediados de 2014 a inflado la burbuja financiera y la deuda de las empresas dedicadas al fracking, situación que obliga a vender activos y endeudarse aún más para garantizar la rentabilidad de las acciones de sus inversores y pagar los correspondientes dividendos. No hay que olvidar que hay importantes fondos de pensiones e inversiones asociados a las acciones de las empresas petroleras.

El desenlace esperado de la explosión de burbuja del fracking será la quiebra de pequeñas, medianas y grandes empresas petroleras, que arrastrará a un conjunto de empresas de servicios del negocio de exploración y explotación del petróleo no convencional. La desaparición de empresas generará movimientos de fusiones y absorciones en el sector petrolero y, muy probablemente, el rescate puntual con dinero estatal de alguna empresa al borde de la quiebra – trasladando las consecuencias de la especulación financiera de las endeudadas empresas petroleras e irresponsables bancos a los indefensos contribuyentes, y en general, a la sociedad, puesto que reduce la incapacidad del Estado en invertir en programas sociales. El estallido de la burbuja significará el fin del sueño americano de independencia energética gracias al fracking.

El “Fracking” en tiempos revueltos

El 7 de abril del 2015, la Energy Information Administration, EIA, en el informe denominado “Short-Term Energy and Summer Fuels Outlook” presentó una predicción de la producción de combustibles líquidos en los Estados Unidos hasta finales del año 2016. Según la EIA, la producción de crudo convencional y tight oil alcanzará los 9,4 millones de barriles diarios en el segundo trimestre del 2015, sin considerar biocombustibles y líquidos de gas natural convencional y no convencional. A partir de entonces se producirá un reducción de la producción en 210 mil barriles diarios durante el tercer trimestre del 2015. Se espera, por tanto, una reducción de la producción total de combustibles líquidos a lo largo del año 2015.

Asimismo, el 22 de abril del 2015, en el portal de la AEI, en la sección denominada “This Week in Petroleum”, se confirma la información de la caída de la producción de petróleo en Estados Unidos, debido a la reducción de la producción de los campos de tight oil. En este sentido, en el informe mensual de abril del denominado “Drilling Productivity Report” se indica que la producción de tight oil se reducirá en 57 mil barriles diarios durante del mes de mayo del 2015.

Captura de pantalla de 2015-05-03 17:04:27

Figura 1: Evolución de la producción de combustibles líquidos en Estados Unidos entre 2013 y 2016

La causa de la reducción de la producción es doble. El rápido declive de los pozos deexplotación del tight oil, que exige la imperiosa necesidad de perforación de nuevos pozos para mantener la producción o desarrollar nuevos campos. Además, la perdida de rentabilidad del negocio del fracking en un entorno de reducidos precios del petróleo, desmotiva la inversión en un negocio nada rentable en el actual entorno internacional. Adiós al “American Dream” de la independencia energética y a reflexionar sobre las implicaciones del fin del “Fracking Rush”: despidos masivos en las zonas de explotación del fracking, incremento del precio del petróleo, nueva ola de recesión global y destrucción de demanda de combustibles líquidos.