Durante la tercera semana de noviembre se realizó, en Arequipa, el III Congreso Internacional de Ingeniería Eléctrica y Energías No Convencionales, organizado por la Universidad Nacional de San Agustín. En el mencionado congreso científico se presentaron altos ejecutivos de varios organismos del sector eléctrico peruano: Ministerio de Energía y Minas, MINEM, Organismo Supervisor de Inversión en la Energía y Minería, OSINERGMIN, y del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional, COES. Los representantes de los diversos organismos del sector eléctrico peruano desvelaron la situación existente de exceso de reserva, argumentando, además, que los próximos gobiernos no tendrán que afrontar racionamientos de electricidad o falta de oferta de energía eléctrica. Una lectura diferente de la situación actual invita a recelar de la idea que disponer de un exceso de energía es casi una bendición divina. En el presente artículo se evalúa la curiosa visión de los diferentes organismos eléctricos peruanos en justificar el exceso de reserva de potencia en el sector eléctrico peruano.
Archivo por días: 04/12/2015
EL FUNDAMENTALISMO EXTRACTIVISTA PETROLERO
El petróleo es el recurso energético más empleado en el Perú. Además, conjuntamente, con el gas natural y los líquidos de gas natural representan el 73% del consumo de energía primaria. El Perú es uno de los países del mundo con mayor porcentaje de consumo de energía fósil, un 76% del total del consumo de energía primaria, según el documento “Balance Nacional de Energía 2013”, publicado por el Ministerio de Energía y Minas, MINEM. En un escenario de agotamiento de recursos fósiles y de volatilidad de los precios del petróleo y gas natural, parece lógico e inteligente iniciar un proceso de despetrolización y desmetanización del sector energético peruano.
El discurso vigente repite incansable que la única solución a la preocupante dependencia del petróleo es continuar con los procesos de licitación de lotes petroleros y crear las condiciones para la inversión extranjera, concretamente, menos regalías y mayores beneficios tributarios. La inexistencia de una planificación energética sostenible a largo plazo es el principal mecanismo que deberá desarrollar el Estado peruano para abordar un proceso de transformación de un modelo energético ineficiente, concentrado e insostenible.
Por otro lado, el desenlace de la adjudicación del Lote 192 y la oposición del Congreso del Perú, con la incorporación de una cuarta disposición complementaria final a la ley 30130, ha desvelado la profunda ignorancia en temas energéticos de la actual clase política peruana y sus contradicciones internas, en la fase final de un gobierno nacionalista incapaz de articular un discurso energético coherente y consistente. El Lote 192 se revela como una incomoda herencia para un futuro gobierno peruano, que deberá afrontar el problema de la dependencia del petróleo desde otra perspectiva o existirá un riesgo real de colapso energético, económico y social.