¿RENACIMIENTO HIDROELÉCTRICO PERUANO?

El 17 de febrero del año 2012 apareció en la prensa nacional una noticia que se podría traducir como el renacimiento hidroeléctrico peruano, por decisión de las altas esferas del Estado Peruano.

Una política de suministro eléctrico diferente

La nota informativa indica que el Ministerio de Energía y Minas promoverá la construcción de centrales hidroeléctricas hasta el año 2018 debido a un importante crecimiento del consumo eléctrico nacional en los próximos años, asociado al crecimiento económico del país.

En un artículo anterior, se describió la preocupante dinámica de crecimiento exponencial que registra el consumo eléctrico en el Perú y la necesidad de crear mecanismos para reducir ese consumo y aminorar su correspondiente impacto medioambiental y agotamiento de los escasos recursos fósles del país.

La tesis central de esa propuesta se basa en la drástica reducción del consumo eléctrico basado en planes de ahorro y eficiencia energética así como el inicio del inaplazable reemplazo de centrales eléctricas convencionales por sistemas renovables de generación eléctrica.

En el caso de las centrales hidroeléctricas es importante señalar que estos sistemas de generación no son del todo inocuos en su impacto medioambiental, por lo que es importante establecer unas estrictas condiciones de respeto al entorno medioambiental en el que se construirán estas instalaciones.

No se debe permitir que en este proceso de renacimiento hidroeléctrico nacional se simplifiquen o peor aun se obvien los estudios de impacto medioambiental.

Es tristemente sorprendente que no exista un estudio en el Ministerio de Energía y Minas que analice el alcance de un Plan Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética 2012-2020 y su impacto en la muy probable reducción del número de centrales convencionales, incluyendo las hidroeléctricas, a construir en la próxima década.

Tampoco existe un estudio de potencia adicional instalable en las diferentes centrales hidroeléctricas del Perú, algo lógico si se necesita una rápida inyección de energía, considerando los largos plazos de construcción que suelen acompañar a las instalaciones hidroeléctricas.

Quizás una de las prioridades del Ministerio de Energía y Minas sea proponer la evaluación técnica de la repotenciación de las centrales hidroeléctricas actualmente existentes acompañada de un profundo estudio de la capacidad de reducción de consumo energético a nivel nacional por la implementación de un Plan Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética antes de proceder a la desbocada construcción de centrales hidroeléctricas a lo largo y ancho del territorio nacional.

El potencial hidroeléctrico peruano

Según estudios existentes, y ya bastantes desfasados, el potencial hidroeléctrico peruano se estima que es de aproximadamente unos 200000 MW. Se especifica en esos estudios, además, que técnica y económicamente aprovechable son unos 60000 MW de potencia instalable.

En el caso peruano, debido a las características geográficas del territorio nacional, las centrales hidroeléctricas pueden construirse en la vertiente del Pacifico o en la vertiente Atlántica.

En ambas vertientes es posible construir centrales hidroeléctricas de alta montaña. Estas centrales se caracterizan por ser de tamaño mediano, disponen de alturas importantes de caída del agua y no emplean grandes reservorios o embalses. Exigen, no obstante la construcción de túneles, conductos forzados y pequeños reservorios. El impacto medioambiental y social es limitado, lo que no le exime de una seria y rigurosa evaluación medioambiental.

Por otro lado, en la vertiente amazónica, la construcción centrales hidroeléctricas en la Amazonia es viable para grandes instalaciones con amplios territorios inundados y con un impacto medio ambiental, económico y social muy importante.

La apuesta por una acelerada construcción de centrales hidroeléctricas en el Perú desprecia la existencia de otras alternativas tecnológicas más respetables con el medio ambiente y con mayor capacidad de generación de empleo e inclusión social.

Hacia una política hidroeléctrica sostenible

Antes alentar un discutible renacimiento de la construcción de centrales hidroeléctricas en el Perú se debería analizar las siguientes opciones:

  • Realizar un estudio del impacto económico y social del establecimiento de políticas nacionales de ahorro y eficiencia energética a largo plazo en todos los sectores consumidores de energía del país.
  • Proponer la realización de un estudio técnico que evalúe la posibilidad de repotenciar las centrales hidroeléctricas actualmente existentes y evitar una innecesaria y masiva construcción de grandes instalaciones hidroeléctricas.
  • Elaborar un estudio del impacto medioambiental, económico y social de las centrales hidroeléctricas existentes y en estado de proyecto en el Perú. El objetivo central de este estudio es determinar el grado de impacto de estas instalaciones y establecer zonas del país aptas para la construcción de centrales hidroeléctricas y zonas de prohibición de este tipo de instalaciones en determinadas cuencas hidrográficas.

Los criterios de impacto a evaluar para la elaboración de zonas viables a la construcción de las centrales hidroeléctricas deberán estar asociados a la influencia en las actividades humanas, en los procesos migratorios y de reproducción de las especies de los ríos, en la inundación de amplios territorios, en la erosión de las zonas inundadas, en la reducción de los sedimentos nutritivos en las zonas aguas abajo de las represas , en la emisión de metano en las aguas estancas de los embalses – por la putrefacción de materia orgánica – y en el proceso de funcionamiento de las turbinas hidráulicas, en la formación de metil mercurio, un elemento neurotóxico con alta capacidad de intoxicación de los seres vivos y en la destrucción de la biodiversidad inherente a sistemas generadores de vida, que son los ríos.

Es importante divulgar la existencia de alternativas a la construcción de grandes centrales hidroeléctricas y proponer el inicio de un proceso de reducción del consumo energético de alcance nacional, basado en el consumo inteligente, en el ahorro y la eficiencia energética y en la masificación de instalaciones renovables de reducido impacto medioambiental.

Madrid, a 19 de Febrero del año 2012