El 5 de mayo del 2012, el gobierno japonés desconectó el último reactor nuclear después de la catástrofe de Fukushima, el reactor número 3 de la central nuclear de Tomari en la isla de Hokaido. Desde marzo del año 2011, las autoridades japonesas han programado la desconexión de los 54 reactores nucleares existentes en el país para proceder a pruebas de resistencia y revisiones.
Datos de la energía nuclear a finales del 2011
El 1 de julio del 2012, en Japón se inició el proceso de reactivación del reactor 3 de la central de Oi. Después de casi 2 meses de apagón nuclear, Japón procederá a la lenta reconexión de las unidades nucleares que superen las pruebas a las que se han sometido.
Uno de los países más desarrollados industrialmente ha sufrido un apagón nuclear, algo que sin lugar a dudas los defensores de la tecnología nuclear intentarán olvidar rápidamente. No obstante, es un signo significativo de que la energía nuclear entra en una franca decadencia y pérdida de legitimidad social.
La energía nuclear ha iniciado su lento e inexorable decrecimiento. Para demostrar la afirmación anterior se emplearán datos y figuras de las más importantes agencias nucleares en el mundo.
El estado actual de la energía nuclear en el mundo, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica, IAEA, es la que se presenta en la figura 1.
El número máximo de reactores nucleares conectados a la red eléctrica en el mundo fue de 444 a finales del año 2002. El número de unidades nucleares en funcionamiento se ha reducido en 9 unidades desde el 2002, es decir, entran en funcionamiento menos unidades de las que se conectan anualmente.
A los reactores nucleares desconectados definitivamente se les deberá añadir las unidades de la central de Fukushima que no volverán a entrar en funcionamiento por lo graves daños causados durante el desastre. En la figura 2, se muestra la evolución de las unidades nucleares que se han desconectado definitivamente según datos de la AIAE. Asimismo en la figura 3, se observa los reactores nucleares que han entrado en funcionamiento desde el año 2003. Es curioso verificar que en el 2008 no se conectó a red ni un solo reactor nuclear en todo el mundo.
Desde el año 2003 hasta lo que va del año 2012, se han desconectado 41 reactores nucleares mientras que solo se han conectado a red 34 reactores en ese mismo periodo. En los últimos diez años, la conexión de centrales nucleares frente a la desconexión presenta un saldo negativo que será imposible superar en los próximos años.
La energía nuclear presenta, asimismo, un serio retroceso en la producción de energía eléctrica anual. En la figura 4, se presenta la evolución de la producción de energía nuclear desde el año 1971 hasta el año 2011 según la World Nuclear Asociation, WNA. Se observa que el pico de producción nuclear se alcanzó en el año 2006, con una producción de 2660,85 TWh. A finales del año 2011, la producción mundial de energía eléctrica de origen nuclear no superó los 2517,98 TWh.
La reducción de producción de energía eléctrica de origen nuclear desde el año 2006 al 2011, es de 142,87 TWh. Si asume que las horas de funcionamiento equivalentes de una central es de 8000 horas anuales, se ha dejado de producir el equivalente a aproximadamente unas 18 unidades nucleares de 1000 MW en los últimos 5 años.
Los reactores nucleares no alcanzarán su antiguo esplendor debido a la falta de inversiones por la crisis financiera, la férrea oposición de gran parte de la sociedad y la escasez de uranio mineral para abastecer a todas las centrales que se podrían construir. El pico de producción eléctrica nuclear con toda seguridad ya ha pasado.
Periodo de operación de las centrales nucleares
Otro aspecto de interés en al análisis de la actualidad nuclear es el tiempo de funcionamiento de los reactores nucleares. Si se considera que el tiempo promedio de explotación de los reactores nucleares no debe superar los 25 años, un gran número de centrales nucleares deberían iniciar su proceso de desconexión en los próximos años.
En la figura 5, se observa que 308 reactores han superado los 25 años de operación, por lo tanto deberían ser desconectados en los próximos 10-15 años. Mientras que existen al menos 32 reactores que han superado los 40 años de funcionamiento y que deberían ser desmantelados cuanto antes.
Tiempo de construcción de las centrales nucleares
Por otro lado, en la figura 6, la Agencia Internacional de la Energía Atómica, informa que existen 62 unidades nucleares en construcción. El tiempo de construcción de las unidades nucleares varía ampliamente de país en país. En países como Japón, Corea del Sur, China e India el período promedio de construcción de los reactores conectados en la última década fue de algo más de 5 años. Mientras que los cuatro reactores que se pusieron en funcionamiento en Rumanía, Rusia y Ucrania presento un periodo de construcción de entre 18 y 24 años.
En la figura 7, se presentan los tiempos promedios de construcción de centrales nucleares en diferentes décadas. Se observan promedios de construcción de casi 11 años, 131 meses.
Si se considera un promedio de 10 años de construcción de las unidades nucleares actualmente en construcción, se prevé un importante desfase entre el número de centrales que se deberán conectar en los próximos 10 años, 62 según la AIEA, y las que por seguridad de las poblaciones aledañas a las centrales se deberían desconectar, 308 reactores nucleares que superan los 25 años de operación.
La producción de uranio en el mundo
Para finalizar este breve análisis de las estadísticas de los propios organismos de la energía nuclear en el mundo se presenta en la figura 8, la evolución de la producción y la demanda de uranio en el mundo en los últimos 55 años, según la World Nuclear Asociation, WNA.
Se observa que hasta el año 1986-87, la producción de uranio, extraída de las minas, superaba la demanda de uranio en el mundo. La explicación se debe a la carrera armamentística de las dos superpotencias mundiales (USA y URSS) y a las ingentes cantidades de uranio para la elaboración de armas nucleares y reactores de uso militar.
A partir del año 1987, la producción de uranio mineral se reduce significativamente, fundamentalmente porque el uranio para los reactores nucleares (tanto civiles como militares) se obtuvo del desmantelamiento del arsenal nuclear de las grandes potencias nucleares, sobre todo de la URSS y de las reservas existentes. Los técnicos nucleares denominan a estas reservas, reservas secundarias. El 50% del combustible nuclear de los EEUU proviene de los misiles nucleares rusos.
Asimismo, se observa que a partir del año 2005 se reactiva la producción de uranio mineral, debido a que los precios se elevan significativamente. No obstante, se mantiene un importante desfase entre la producción de uranio mineral y demanda de uranio, solo cubierta por el stock de uranio extraíble de las armas nucleares y de las reservas civiles y militares aún existentes pero que se tarde o temprano se acabaran.
Lo que se observa con claridad es que el pico de producción de uranio mineral se alcanzó en el año 1980. Además, el pico de producción eléctrica de origen nuclear se alcanzó en el año 2006, un cuarto de siglo después del pico de extracción de uranio mineral. Sobran razones para afirmar que la energía nuclear ya alcanzó su pico e inicia su lento pero seguro decrecimiento.
Lima, a 8 de julio de 2012