EL CENIT DE PRODUCCIÓN DE CAMISEA

Los yacimientos de gas natural almacenan un recurso no renovable cuyo proceso de explotación corresponde a un patrón geológico muy conocido. En el Perú, se pretende convencer a la ciudadanía que los recursos nacionales de gas natural son infinitos. La descabellada idea plantea que simplemente hay que invertir miles de millones de dólares en gasoductos e infraestructura gasífera y, en consecuencia, el gas natural brotará del subsuelo peruano, en las cantidades esperadas. No consideran los seguidores de la teoría del gas infinito, mínimamente, la posibilidad de no encontrar los volúmenes de energía que sus premonitorios sueños fósiles revelan. Tampoco se realiza un análisis serio de la información que anualmente presentan los organismos nacionales responsables legalmente de recopilar la información asociada a la evolución de las reservas y producción de los recursos energéticos. Los datos existentes de los recursos gasíferos y producción nacional de gas natural indican sobre el grave riesgo de desabastecimiento en menos de dos décadas. Ante una probable situación de riesgo en el suministro de un recurso energético que representa el 65,5% de la energía primaria del país y el 73,6% del total de la energía comercial, en el año 2015, el país debería iniciar un proceso de transformación del modelo energético y sustitución del gas natural.

Situación Actual de las Reservas de Gas Natural

En septiembre del 2016, la Dirección de Hidrocarburos del MINEM publicó el informe “Anuario Estadístico de Hidrocarburos 2015”. En ese informe se presentó la evolución de las reservas de gas natural en el Perú a 31 de diciembre del 2015. Se observa, claramente, que en los últimos 6 años, las reservas de gas natural han experimentado una sustancial reducción de las reserva probables y posibles. No existe explicación oficial consistente de la reducción de las reservas de gas natural. Existe una lectura diferente, nada descabellada, que las reservas probables y posibles fueron artificial e irresponsablemente infladas. Así, en el caso de la reservas probables, éstas se han reducido sustancialmente de casi 13 TCF a 3,8 TCF. Por otro lado, las reservas posibles se redujeron de 20 TCF a 1,8 TCF. En total entre reservas probables y posibles la reducción es del orden de 27,4 TCF. Casi el doble de las actuales reservas probadas. Las reservas probadas también se han reducido ligeramente. En la figura 1, en 2011, se observa un incremento de 2,6 TCF. No obstante, ese incremento de reservas probadas se ha ido consumiendo año a año. Entre inicios del 2012 y finales del 2015, las reservas probadas del Lote 88, 56 y 57 se han reducido en 0,5 TCF.

Figura 1: Evolución de las reservas probadas, probables y posibles de gas natural entre 2006 y 2015, MINEM.

Evolución de la Demanda de Gas Natural

En el apartado anterior se demostró, que según información presentada por el MINEM, el Perú a 31 de diciembre de 2015 dispone de 13,45 TCF, en reservas probadas, para el suministro de gas natural al centro del país. Asimismo, el boletín informativo semestral “Gas Natural, 2016-I” de OSINERGMIN presenta la producción de gas natural de Camisea destinada a la demanda interna – generación eléctrica y usos domésticos, industriales y vehicular- y a la exportación, figura 2. Así, en junio del 2016, la demanda promedio en junio de gas natural fue de 1414,97 MMPCD. Para la exportación se destinaron 730,13 MMPCD mientras para el consumo interno 684,84 MMPCD, 51,6% y 48,4% del total de producción de gas natural, respectivamente. Los valores de producción de gas natural presentados sólo sirven para cuantificar los porcentajes de uso del gas natural, pero no permite calcular con exactitud el consumo anual de gas natural y cuantificar el número de años de suministro de gas natural al consumo actual y/o con cierto grado de crecimiento de la demanda.

Figura 2: Balance energético de la producción y demanda de gas natural en junio de 2016, OSINERGMIN.

Para el cálculo del consumo anual de gas natural se emplearán los datos presentados mensualmente por PerúPetro de la producción promedio anual diaria de gas natural en diferentes zonas del Perú. En la figura 3, se observa que la producción promedio en la selva sur fue igual a 1304,6 MMPCD, en el año 2016. Por tanto, en el 2016, el consumo de gas natural de Camisea fue igual a 0,476 TCF. Teóricamente, un cálculo burdo permite indicar que quedan reservas para unos 27 años de gas natural, si el consumo anual en la zona centro del Perú se mantiene en 0,476 TCF.

Figura 3: Evolución de producción promedio anual diario de gas natural entre 2008 y 2017, PerúPetro.

Evolución presente y futura de la producción de gas natural

Un cálculo burdo permite deducir que las actuales reservas probadas de Camisea, valoradas en aproximadamente 13 TCF, a finales del 2016, permiten garantizar un horizonte de 27 años a una demanda de 0,476 TCF, en la zona central del país, Lime e Ica, concretamente. Evidentemente, ese cálculo no revela la evolución real del perfil geológico de producción de los Lotes 88, 56 y 57. En este sentido, en la figura 4, se presenta la evolución esperada de la producción de gas natural en los lotes 88 y 56, en un horizonte de 34 años entre 2010 y 2044, elaborada por la consultora internacional Netherland Sewell & Associates Consulting en el año 2011. Se observa el impacto del inicio de las exportaciones en el año 2010, la producción se incrementa desde los 900 MMPCD hasta por encima de los 1400 MMPCD, coincidiendo con los valores de producción actualmente existentes, figura 2, proporcionados por OSINERGMIN. El nivel de producción por encima de los 1400 MMPCD se mantendrá hasta el año 2025, año en que se inicia un importante declive en la producción de gas natural, debido al comportamiento geológico de los yacimientos gasíferos. Se verifica que en los primeros años de explotación del yacimiento se puede garantizar un crecimiento exponencial de la demanda. Posteriormente, se observa una estabilización de la producción de los lotes gasíferos y, finalmente, un pronunciado declive de la producción del yacimiento, que implica la incapacidad de garantizar el suministro de la demanda existente. La curva de declive de producción de los Lotes 88 y 56 permite cumplir con los compromisos de exportación hasta el año 2028, pero obliga a reducir la demanda interna y adaptarla a la curva de declive de los Lotes 88 y 56. En el año 2028, la terminación del contrato de exportación permite garantizar una demanda interna de aproximadamente 800 MMPCD, pero en un escenario de profunda reducción de la producción de los Lotes 88 y 56. A partir del año 2030, es imposible garantizar la demanda interna actual de 684 MMPCD y se deberá empezar a reducir la demanda de gas natural en la zona central. Otra solución es construir un puerto de regasificación que garantice el suministro de gas natural, puesto que los lotes depletados de Camisea, destinados a la zona centro, no dispondrán de suficiente gas natural.

Figura 4: Evolución de la producción de gas natural en los Lotes 88 y 56 entre 2010 y 2044, Netherland Consulting.

Las reservas probadas de gas natural en el Lote 57, equivalentes a 1,05 TCF, o algún incremento de las reservas del Lote 88 apenas podrán alargar la agonía de indisponibilidad de gas. En menos de 15 años, la demanda interna de gas natural de Lima e Ica sufrirá serios recortes en los volúmenes energéticos contratados. El Perú, por tanto, dispone de menos de 15 años para reconvertir el consumo de gas natural en el sector industrial, transporte, doméstico y en el sector de generación eléctrica. Las energías renovables, competitivas económicamente y técnicamente, pueden asumir el proceso de transformación del modelo energético nacional en los próximos 15 años. Las empresas renovables tienen la gran tarea de convertirse en una alternativa seria al insostenible modelo fósil.

La evolución de la producción de gas natural en los Lotes 88 y 56, figura 4, propuesta en 2011 por Netherland Consulting, coincide con la evolución real de la producción de gas natural, presentada por OSINERGMIN, en el último número del boletín Gas Natural 2016-1 del mes de junio, figura 5. Se observa que la producción del Lote 56 se ha reducido de 588,2 MMPCD a 448,0 MMPCD entre marzo y junio del año 2016, coincidiendo con la evolución de producción presentada en la figura 4. Aunque ya se han registrado algunos meses con producciones de gas natural inferiores a 500 MMPCD, es muy importante monitorizar la producción futura del Lote 56 para verificar si ha entrado en la fase de declive, en coincidencia con los patrones geológicos de los yacimientos de gas natural, anteriormente explicados. Es de esperar, por tanto, en los próximos años, que la exportación de gas natural provenga fundamentalmente del Lote 88, reduciendo la capacidad de garantizar la demanda interna de la zona centro del Perú en las próximas décadas.

Figura 5: Evolución de producción de gas natural en los Lotes 88 y 56 entre enero y junio del 2016, OSINERGMIN.

Conclusiones

Un correcto análisis de la sostenibilidad energética del gas natural exige el análisis de la evolución de la producción de los yacimientos gasíferos en un horizonte de tiempo de varias décadas. De esta manera, se podrá comprobar su patrón geológico de producción, que permite verificar un incremento acelerado de la producción en los primeros años. Posteriormente, se observa una larga meseta de estabilización de la producción, y finalmente, un pronunciado declive de la producción, que indefectiblemente afectará a la demanda comprometida de gas natural. La información existente en el Perú permite deducir que las reservas de gas natural en los Lotes 88, 56 y 57 apenas permitirán garantizar la demanda interna de gas natural hasta el año 2032, sin proceder a importar energía. Los descubrimientos de gas natural en la última década, en los Lotes 88, 56 y 57, no han incrementado sustancialmente las reservas probadas. El último gran descubrimiento de gas natural en el Perú desveló la existencia de 3,9 TCF en recursos contingentes, en el Lote 58. No obstante, las nuevas reservas descubiertas se utilizarían en el futuro gasoducto sur peruano, GSP. Por tanto, no afectarían sustancialmente al análisis realizado en este artículo. El Perú deberá afrontar, en las próximas décadas, el desafío energético más importante en su vida republicana: la transformación del modelo energético fósil y la sustitución del gas natural por sistemas renovables de generación eléctrica y térmica, económica y técnicamente competitivos para satisfacer la futura demanda energética del país.