LOS DESAFÍOS DE LA GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS URBANOS

En el Perú, la gestión integral de los residuos sólidos y aguas residuales es uno de los más grandes desafíos del siglo XXI. La gestión municipal de los residuos sólidos se reduce a la eliminación visual de la basura en vertederos incontrolados a cielo abierto, rellenos sanitarios y plantas de incineración, una solución inmediata pero sin perspectiva a largo plazo, sin futuro. En el mundo, estos sistemas de tratamiento de residuos sólidos están siendo abandonados por las emisiones de gases de efecto invernadero, emanaciones de sustancias contaminantes a la atmósfera y lixiviados al subsuelo así como por las graves afectaciones a la salud que conllevan para las poblaciones aledañas. La gestión integral de residuos debe priorizar la concientización de los ciudadanos en una cultura de sobriedad y sencillez consumidora, que coadyuve a la reducción del uso de bienes y servicios, y por tanto, minimice la generación de desperdicios y el consumo de materias primas y energía, favoreciendo la conservación de los recursos naturales para futuras generaciones. Otro pilar fundamental en la gestión integral de residuos es fomentar e incentivar la activa participación ciudadana en la reutilización y reciclaje de los residuos generados. Finalmente, si es imposible reducir, reutilizar o reciclar el residuo generado, tan sólo entonces, se deberá proceder a su recuperación en las plantas de tratamiento para la obtención de materias primas, que servirán para la elaboración de nuevos productos, susceptibles de reutilizarse, y para la generación de productos energéticos – combustibles líquidos, gas, calor y electricidad. El enterramiento y la incineración, equivalente a esconder la basura bajo la alfombra en términos domésticos, deben ser prácticas absolutamente erradicadas en una estrategia de gestión integral de residuos sólidos a largo plazo.

Breve Descripción de la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos en el Mundo

En el mundo, en el año 2012, un informe del Banco Mundial estimó que se generaron 1,3 billones de residuos sólidos urbanos, equivalente a 1,2 kg por persona al día. La generación per capita de residuos sólidos urbanos tiende a aumentar en función del ingreso nacional bruto según ISWA, International Solid Waste Association, figura 1. En Canadá, una persona genera cada año unos 900 kilogramos de residuos sólidos mientras que en muchos países africanos menos de 200 kg/año.

Figura 1: Generación de residuos urbanos per capita en función del ingreso nacional bruto por países, ISWA 2015.

La composición de los residuos sólidos urbanos depende, asimismo, principalmente del nivel de desarrollo económico. Los países industrializados presentan porcentajes de residuos orgánicos inferiores a los de países en vías de desarrollo. Así, en París, sólo el 20% del total de los residuos urbanos son desechos orgánicos mientras que en Lima, aproximadamente el 50% de los residuos urbanos son desechos orgánicos, figura 2. La composición orgánica es de especial importancia para la valorización energética de los residuos municipales. Para garantizar la obtención de energía en las incineradoras se requiere un promedio calorífico neto de los residuos no inferior a 7 MJ/kg.

Figura 2: Generación de residuos urbanos per capita en función del ingreso nacional bruto por países, GIZ.

Asimismo, la estrategia de gestión integral de los residuos sólidos difiere entre los países industrializados y en vías de desarrollo. Ciudades como Adelaida, San Francisco, Atenas y Rotterdam disponen de un sistema de gestión integral de residuos sólidos urbanos que garantiza el 100% de cobertura en la recolección de basura y el 100% en la eliminación controlada de desechos en vertederos, rellenos sanitarios controlados e incineradoras. Asimismo, en las ciudades anteriormente indicadas se obtiene el 54%, 48%, 24% y 23%, respectivamente, en porcentaje de reciclaje del total de basura recogida, figura 3. En los países industrializados, la gestión integral de los residuos sólidos municipales es una prioridad de salud pública y medioambiental.

Por otro lado, la recolección de basura en Dhaka, Kampala y Monrovia no supera el 55%, 50% y 37%, respectivamente, del total de basura generada, desvelando la precariedad de un servicio regular de recogida de basura en esas ciudades. En Quezon City, Lahore y Bangalore existe una actividad informal de reciclaje que permite alcanzar niveles propios de países industrializados: 39%, 35% y 32%, respectivamente. La existencia de redes de reciclaje informal puede implicar una barrera en la implementación de políticas integrales de gestión de los residuos sólidos municipales y en la eliminación controlada de los desperdicios.

Figura 3: Tratamiento de los residuos sólidos urbanos en diferentes ciudades del mundo, World Population Data Sheet, 2016.

En Europa, entre los años 1995 y 2013, la gestión integral de residuos sólidos urbanos ha reducido sustancialmente la eliminación de basura en vertederos y rellenos sanitarios controlados, figura 4. En el mismo periodo, se observa un sustancial incremento del empleo de incineradoras con recuperación energética, de la obtención de material reciclado y del aprovechamiento de residuos orgánicos en compostaje y digestión anaeróbica para la obtención de biogas. En la Unión Europea, las limitaciones impuestas al uso de vertederos y rellenos sanitarios y la apuesta por el empleo de incineradoras, plantas de reciclaje, compostaje y digestión anaeróbica ha permitido reducir las emisiones netas de CO2, causadas por los residuos sólidos urbanos, figura 5. En la Unión Europea se ha impuesto el objetivo de reciclar hasta el 65% del total de los residuos urbanos hasta el año 2020, si se cumple el objetivo propuesto, el nivel de emisiones netas de CO2 – diferencia entre las emisiones directas emitidas y las emisiones evitada -, alcanzará un valor igual a cero.

Figura 4: Evolución de los sistemas de tratamiento de residuos sólidos urbanos en Europa entre 1995 y 2013, Eurostat.

Figura 5: Evolución de la reducción de emisiones netas de CO2 en la Unión Europea entre 1990 y 2012, Eurostat.

Finalmente, es importante indicar que dentro de las tecnologías de aprovechamiento energético de los residuos sólidos urbanos, en los últimos años, ha irrumpido una nueva tecnología de gasificación, basada en la obtención de gas de síntesis por plasma. La gasificación por plasma permitiría la recuperación energética en bloques de 100, 290 y 1000 toneladas diarias de basura, con capacidad de generación eléctrica neta de 39, 9 y 3 MW, respectivamente, figura 6. La producción de energía eléctrica neta de las plantas de gasificación por plasma es equivalente a 816 kWh/ton, a diferencia de las plantas de incineración y gasificación, iguales a 544 kWh/ton y 685 kWh/ton, respectivamente. El coste de inversión de una planta de gasificación por plasma para el tratamiento de 1000 toneladas diarias de residuos sólidos es aproximadamente unos 230 millones de dólares.

Figura 6: Características técnicas y energéticas del sistema de gasificación de basura por plasma, Westinghouse, 2016.

Situación de Emergencia de la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos en el Perú

En diciembre del año 2016, el Instituto Nacional de Estadística e Informática, INEI, publicó el “Anuario de Estadísticas Ambientales 2016” que proporciona información actualizada de la generación y tratamiento de los residuos urbanos en el Perú. Según el mencionado informe, en el año 2015 en 77 de las 1842 municipalidades existentes no se realizó la recogida de residuos sólidos urbanos. Por tanto, el nivel de cobertura de recogida de basura en el Perú es igual al 95,82%. En el Perú se generan, en promedio al día, 20 millones 894 mil 646 kilogramos de residuos urbanos, casi 21 mil toneladas de basura al día. Por tanto, al año unos 7 millones 626 mil 545 toneladas de basura.

Según el INEI, 1278 municipalidades envían sus desperdicios a botaderos a cielo abierto; 572 municipalidades entierran sus desechos en rellenos sanitarios, controlados e incontrolados; 464 realizan el reciclaje de los residuos urbanos recogidos. En Lima Metropolitana, 17 municipalidades, destinan un porcentaje de los residuos urbanos a un proceso de reciclaje, en ningún caso superior al 30% del total de la basura generada; 363 vierten su basura directamente en los ríos, con la correspondiente contaminación de cauces y del mar; y finalmente, 69 municipalidades incineran o queman sus residuos. Se deduce de la información presentada por el INEI que sólo el 26% de las municipalidades destinan al menos una parte de la recogida de basura al reciclaje, de las cuales tan sólo el 5% disponen de una planta de reciclaje, el 20% se asume realizan el reciclaje de los residuos de manera informal.

El INEI informa que en Lima Metropolitana se generan más de 9 mil 200 toneladas de residuos sólidos urbanos al día. La Provincia Constitucional del Callao produce casi 1000 toneladas al día de desperdicios. En total, Lima Metropolitana y el Callao producen más de 10 mil 200 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, inadecuadamente gestionados. Es importante indicar, que en 20 años, la generación de residuos sólidos urbanos en Lima Metropolitana se podría duplicar. Así, en el año 2035, se generarían 20 mil toneladas diarias de basura. En Lima Metropolitana se produce aproximadamente 1 kilogramo de desperdicios por persona y día, la más alta del país, mientras que las regiones de Amazonas y Huancavelica presentan los menores valores promedio per capita y día en generación de residuos, 0,3 y 0,2 kilogramos, respectivamente, figura 7.

Figura 7: Valor promedio de generación de residuos sólidos urbanos por persona y día en el Perú, INEI, Mayo 2016.

Finalmente, se presenta un análisis comparativo de las características técnicas e inversión inicial de tres plantas europeas, con diferentes tecnologías de recuperación energética de residuos sólidos urbanos – incineración, gasificación convencional y gasificación por plasma –, adaptadas para el aprovechamiento de los residuos sólidos municipales generados en Lima Metropolitana y en la Provincia Constitucional del Callao. El análisis comparativo permite evaluar las características técnicas y económicas de tres diferentes tecnologías de recuperación energética de los residuos sólidos, en funcionamiento o en proceso de construcción en Europa.

Se emplearon los datos de la planta de incineración de Amager Bakke, en Dinamarca, en funcionamiento desde marzo del año 2017; de la planta de gasificación convencional de Kymijärvi II, en Finlandia, en funcionamiento desde el año 2014; y de la planta de gasificación por plasma de Tees Valley TV1, en Reino Unido, en proceso de puesta en marcha.

En el caso de la tecnología de gasificación por plasma se plantean 3 escenarios, asociados a tres diferentes niveles de reciclaje en Lima Metropolitana: 10%, 20% y 30% de la generación de residuos sólidos al año 2015 Por tanto, se propone gasificar, mediante la tecnología plasma, los residuos que no se puedan reciclar en un tratamiento previo. Se empleará para el análisis la implementación del gasificador plasma G65, con una capacidad de tratamiento de 1000 toneladas de residuos sólidos urbanos al día, correspondiente a la planta de Tees Valley en Reino Unido. Para las tecnologías de gasificación convencional e incineración se consideró que las plantas emplearían toda la generación de basura recogida en Lima Metropolitana y en la Provincia Constitucional del Callao.

En la tabla 1, se presenta los resultados de la propuesta de recuperación energética de la basura Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, empleando las tres tecnologías analizadas.

Tabla 1: Características técnicas de proyectos de incineración y gasificación para el trtamiento de RSU en Lima.

La solución al problema de una inadecuada gestión de los residuos sólidos urbanos en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao exigiría la construcción de entre 7 y 9 plantas de recuperación energética, idénticas a la construida en Tees Valley, con una inversión de entre 1610 y 2070 millones de dólares, para la gasificación por plasma de los desperdicios y la obtención entre 2391 y 3075 GWh anuales. En caso de preferir una planta de gasificación convencional, la inversión necesaria sería de 3000 millones de dólares para la construcción de 15 plantas de recuperación energética idénticas a la planta Kymijärvi II, en Finlandia. Las plantas de incineración no deberían ser una opción a evaluar en el Perú, no obstante, la utilización de esa tecnología exigiría una inversión de 6700 millones de dólares para la construcción de 10 plantas de incineración idénticas a la planta de Amager Bakke, en Dinamarca.

Conclusiones

En el año 2015, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental en su informe “Fiscalización Ambiental en Residuos Sólidos de Gestión Municipal Provincial” concluye que:

  • En el Perú, no existe una adecuada gestión y manejo de los residuos sólidos municipales.

  • Tan sólo existen doce rellenos sanitarios para una población superior a treinta y tres millones de habitantes.

  • No existen las infraestructuras destinadas a la disposición final de residuos procedentes de las actividades de la construcción y demolición.

  • Las deficiencias observadas durante las supervisiones realizadas en el año 2013 y 2014 continúan presentándose en el año 2015.

  • Las municipalidades provinciales cumplen las exigencias formales, pero no realizan un manejo y gestión adecuada de los residuos sólidos.

  • De las 195 municipalidades provinciales, solo el 42% cuenta con un programa de segregación de residuos y un 47% tiene un Plan Integral de Gestión Ambiental..

En Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, el valor de la inversión económica exigida para la valorización energética de los residuos sólidos urbanos por gasificación por plasma es aproximadamente equivalente a lo que deberán pagar los usuarios finales por la existencia del Nodo Energético del Sur a diesel, con muchas probabilidades de no entrar nunca en funcionamiento. Asimismo, la inversión económica en el tratamiento y recuperación energética de los residuos sólidos urbanos, con cualquiera de las tres tecnologías analizadas, que debería realizar el Estado peruano en los próximos años, sería inferior a los 7300 millones de dólares dispuesto a pagar por la construcción del Gasoducto Sur Peruano.